Como sabemos, el
estilo ha evolucionado con el pasar del tiempo. Para ser más específica, el
estilo arquitectónico ha pasado por muchos cambios. Cabe destacar que las
personas tienen estilos diferentes. Las mismas deciden decorar dependiendo de
sus gustos o culturas. Pero, ¿se decora y ornamenta para singularizar o para
pertenecer?
Primeramente, el
estilo es como un medio de expresión. En el estilo arquitectónico, el diseñador
expresa su visión sobre la estructura dependiendo del lugar en que se construirá.
Es decir, si el arquitecto diseña una estructura que será localizada en una urbanización,
se debe asegurar que el estilo sea igual a los demás. En este caso, la
estructura pertenece a un grupo de estructuras iguales. Con esto dicho, el arquitecto
necesita que la estructura sea parte de la urbanización y no resalte.
Por otro lado, existen
las personas que aman las decoraciones y los ornamentos. Esto es debido a que
los diferencian de los demás. En este caso, el arquitecto puede utilizar más su
creatividad utilizando ideas distintas. Es decir, puede crear una estructura arquitectónica
que no pertenece a un grupo. De esta forma, se crea un estilo individual ya que
se decora con gustos propios que conllevan a una estructura específica y
peculiar.
En conclusión, se decora
y ornamenta para singularizar la estructura de todas las demás arquitecturas. Con
esto dicho, la arquitectura depende mucho del estilo de las personas y/o del área.
Antes de realizar cualquier tipo de estructura, el arquitecto debe investigar
el estilo para saber cómo la llevara a cabo. Por tal razón, es importante tomar
en consideración ambos factores para así poder diseñar con la mayor claridad
posible.
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